Rubin de Gira

domingo, octubre 29, 2006

El Genio De La Soledad

Siete horas de bus me llevó alejarme de la pocilga zaragozana y llegar al modestamente coqueto y preciosista hotel que me serviría de alojamiento durante mi cortísima estadía en Aranda del Duero, un pequeño pueblo vitivinícola a orilla del Río Duero (duh) que, después de una rápida ducha para sacarme los vestigios del cansador viaje, recorrí en poco menos de hora y media, antes de cenar y disponerme a probar sonido en La Tramoya.

La misma noche del concierto se celebraba una vendimia nocturna, con fiesta y concierto incluídos en una sierra lindera al pueblo. La gente se congregó en el garito de mi concierto antes de disponerse a ir a la celebración, por lo que conté con una gran afluencia de público al comenzar el mismo, y que lentamente me fue abandonando a medida que la hora de la fiesta se acercaba. Termine ahí, solo o casi, cantando "El genio de la soledad", practising what I preach.

Pero como siempre que paró volvió a llover, esta noche me espera un fin de gira a lo grande en Madrid, rodeado de amigos y compartiendo escena con varios de ellos. Será cuestión de volver a tomar aire y colgarme la guitarra una última vez, al menos por ahora, en tierras españolas.
Salut,
R