El viajar es un placer...

Jueves/Viernes

El viajar es un placer, es cierto, porque la ansiedad de la ida nos hace pasar por alto la indescripible comida del avión, el hecho de que a las 5 de la tarde apaguen las luces para que "duermas" y te "despierten" a las 12 de la noche para desayunar, que al llegar al aeropuerto la hilera de migraciones que uno elija se mueva a la mitad de velocidad que las otras dos o que dos guardias civiles te confundan con un traficante y te den vuelta las valijas.

Pero llegué, sano y salvo, y Migue y Ruth me recibieron con sendas sonrisas en Barajas. Taxi mediante llegamos a lo de Juan y los cuatro desayunamos en el Bar de Simón. Ruth y Migue, felices con sus mantecoles y alfajores respectivamente, partieron a la oficina de Todoazul y yo me instalé tranquilo, desarmando los ya desarmados bolsos (gentileza de la Guarda Civil).

Previa parada en la oficina de Migue, me fui a almorzar a lo de Eva con Juan y ahí sí, cuando hinqué mis incisivos en la primer feta de jamón recién conrtadita me dije: Bienvenido a Madrid.

Ya llevaba 33 horas sin dormir cuando decidí pasar a visitar a Tony e Isa. Caminé hasta la plaza real y llamativamente la estación de subte estaba semicerrada con un vallado. Entré y llamativamente los molinetes estaban desconectados así que bajé hasta el anden llamativamente vacío para tomarme un tren llamativa e igualmente carente de humanos. Al llegar a Argüelles para hacer la conexión me di cuenta de que efectivamente esa línea estaba cerrada y que me había tomado un tren de prueba. Como nadie me dijo nada...la verdad que con el torro que tenía mal podía darme cuenta donde estaba, a decir verdad.

Llegué a lo de Tony e Isa y me engullí unos pistachos, ya no sé si de cena, merienda o qué, pero mi cuerpo no podía más y después de 36 horas de vigilia me despaché unas 12 horas y medias de corrido.

Sábado

Almuerzo con Tony, Isa y Dani, hermano de Isa, en un restaurante vasco increíble y después de pasar a buscar a Migue nos fuimos a Radio 3 donde me hizo una nota el ya casi legendario Julio Ruiz. Sonaron Odio el amor, Adiós Torino, Follow me down y Yo me quiero enamorar. Después merendamos por el centro y me fui a ensayar con Tony para la grabación del lunes. Cena con Victor en Lamoe y de regreso a casa para un mini ensayo con Juan para el mismo show.

Como verán, por ahora todo viene muy culinario. Mañana se incorpora el factor deportivo pero el lunes se acabó la tutía y se pondrá en marcha esta gira mágica y misteriosa. So far, so good.

Salut,


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